jueves, febrero 09, 2012

Quizás no seamos tan felices como soñamos, quizás nunca logremos lo que un día fue nuestra principal meta, y precisamente por todo eso, y por muchas cosas que quedaron en el camino, creo que es bueno echar tierra y volver a plantar nuevas semillas de amor y darlas a quien se las merece. Dejar que nuestros sueños las vivan nuestros hijos, y vernos reflejados en los triunfos de ellos que serán como una prolongación a nuestros sueños.Ver que a quienes amamos son felices y que luchan por lo suyo es motivo suficiente para sentir paz con la vida misma.♥

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