miércoles, septiembre 05, 2012

Consejos básicos sobre salud

Cuando venimos al mundo, tenemos un cuerpo que tiene todo lo necesario para que vivamos sanos. El cuerpo humano fue diseñado como un sistema que se sana a él mismo.

El cuerpo físico, el que vemos y sentimos es uno, pero hay otros que no son físicos y también somos nosotros, son los cuerpos energéticos o etéricos.

Los humanos nos nutrimos de alimento, de agua, del aire que respiramos y del amor que recibimos de los otros, pero sobretodo, del amor que nos damos a nosotros mismos. Y cuando amas a alguien le cuidas. Si nos amamos nos cuidaremos.

Las enfermedades no vienen desde fuera, no nos atacan y somos víctimas de ellas. Las enfermedades, son crisis necesarias que manifiesta el cuerpo, por qué alguna cosa de dentro está desequilibrada, sea del cuerpo físico o de los cuerpos energéticos, que son aquellos que no vemos pero también son parte nuestra.

Unas costumbres equivocadas durante muchos años, han hecho que hagamos callar lo que nos quiere decir nuestro cuerpo, en lugar de escucharlo. Por ejemplo, la fiebre es un síntoma que sirve para estimular nuestras defensas y no la hemos de bajar con antitérmicos, solo hemos de hacer lo que nos pide nuestro cuerpo. Si tenemos frío taparnos, si calor destaparnos, si tenemos sueño dormir o no comer si no tenemos hambre.

Tenemos un sistema muy evolucionado de defensas que se ha ido perfeccionando desde hace muchas generaciones y que nos permite tener un buen equilibrio con todo lo que nos rodea, también con los virus y las bacterias.

El timo, una glándula que está cerca del corazón, es muy importante para tener buenas defensas. Reacciona bien y está feliz con sentimientos de amor y de gratitud hacia la vida, pero se encoge con sentimientos de odio o temor mantenidos.

Los virus y bacterias no son enemigos que nos atacan, son otros seres vivos que intentan convivir con nosotros.

El polen de las flores en la primavera tampoco es una sustancia que nos hace daño por sí misma.

Pero sí que hay muchas cosas como, un exceso de medicamentos y vacunas; la contaminación del aire, de los alimentos y del agua; o comer demasiados productos animales, que a menudo están contaminados con medicamentos como hormonas, antibióticos o vacunas; que pueden hacer que nuestro sistema de defensas, también llamado inmunológico, esté débil. Entonces sí que sufrimos alergias, infecciones, u otras enfermedades.

También las costumbres equivocadas y el interés de algunas empresas en ganar mucho dinero, fabricando y vendiendo vacunas, han hecho creer a todo el mundo que necesitamos estar vacunados para sobrevivir en este mundo. Pero no es verdad, tenemos todo lo necesario para vivir sin ninguna vacuna. Y además así, respetamos más a nuestro cuerpo, que se siente más sano y feliz.

Una de las cosas que mejor nos va a las personas, es estar en contacto con la naturaleza. Caminar, sentarse o acostarse en la tierra o la arena, apoyarse o abrazar los árboles, bañarse en el mar o en los ríos, que nos dé el sol y el aire puro, es una de las mejores medicinas y la mejor prevención para las enfermedades.

Observar la naturaleza, además, nos ayuda a entender muchas cosas de nosotros mismos y del mundo en el que vivimos. La Tierra nos ama como una madre.

Y para que este cuerpo nuestro funcione mejor, le podemos facilitar el trabajo comiendo sano, no abusando de los dulces, bebiendo mucha agua, masticando bien los alimentos, estando tranquilos, fijándonos bien en lo que estamos haciendo y no mirando la tele o distraídos con algún juego mientras comemos.

Hemos de procurar no pasar demasiado rato delante de las pantallas, por qué emiten unos rayos electromagnéticos o electromocos, que nos contaminan el cuerpo energético.

Los electromocos (palabreja que viene del inglés “electro smog” y significa contaminación eléctrica), también nos contaminan si tenemos el dormitorio lleno de aparatos eléctricos, ordenador, tele, despertador electrónico, etc. y si aún así decidimos tenerlos, podemos desenchufarlos mientras dormimos.

Si llevamos mucho rato delante de una pantalla, podemos descansar, mirar al cielo, beber agua, salir a dar una vuelta y mejor a un parque o al campo.

Es muy importante no quedarnos dentro la rabia, la tristeza, los miedos, los enfados, nos ayudará mucho hablar de las cosas que nos preocupan. Si nos las quedamos dentro van creciendo poco a poco y al cabo de un tiempo nos hacen daño y podemos enfermar.

Cuando tenemos alguna enfermedad podemos hablarle a nuestro cuerpo, a les células o a los órganos, esto les da un impulso para curarnos. Las células tienen inteligencia y hay una gran relación entre los sentimientos, la mente y las células.

Si algo nos hace daño podemos preguntarle al dolor cual es el problema de verdad, porqué se está quejando. Si lo hacemos, respirando hacia donde está el dolor, veremos cómo encontramos la respuesta.

Es muy importante que nos conozcamos a nosotros mismos, cómo somos, cómo reaccionamos delante de cosas buenas y malas, qué sentimos, qué sensaciones hay en nuestro cuerpo, cuáles son nuestros pensamientos. Conocernos bien a nosotros mismos es la mejor manera de conocer el mundo, el universo y a los otros seres de la creación.

Para eso va muy bien escribir un diario donde ponemos todo aquello que nos pasa; qué sensación notamos en el cuerpo; los sentimientos; los pensamientos que tenemos; si tienen relación con alguna cosa que ha pasado. Este diario es secreto, para que podamos escribir todo lo que queramos, sin esconder nada.

Observando nuestra respiración y sintiendo qué está pasando en nuestro cuerpo en cada momento, viviremos el presente y este es el único secreto para vivir en armonía. Y es la manera de entender que todo lo que existe en el mundo y en el universo está unido, que todos y todo, somos una sola cosa, que el amor es el pegamento del universo.

Y también entenderemos y sabremos que la muerte no existe, morir es como cambiarse de vestido. Dejamos un cuerpo, pero nuestra alma continua viviendo en otros mundos que parecen muy divertidos y emocionantes y por eso, a menudo, podemos sentir que nos comunicamos con personas queridas que han muerto. Por qué solo han cambiado de forma y no les podemos ver ni tocar, pero sí, sentir que están cerca.

Venimos al mundo a experimentar, a jugar, a que descubramos que somos capaces de todo aquello que nos proponemos y para descubrir nuestro poder nos hemos de querer a nosotros mismos.

Los seres humanos, cuando descubrimos nuestro poder, nos damos cuenta de que podemos crear nuestra vida como queramos, como si montáramos un escenario para hacer una obra de teatro, con personajes y todo. Nuestra misión es descubrir que nosotros somos nuestros propios maestros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario