domingo, enero 22, 2012

Nacido para ser Feliz


No es curioso que todo lo que hacemos tiene por objeto, en mayor o en menor medida, tratar de ser felices? Es como si todos y cada uno de nosotros anheláramos encontrar la felicidad, como si fuera un hambre tan natural en las personas como cuando un bebe recién nacido busca alimento de su madre. Si lo meditamos detenidamente, descubrimos que todo lo que hacemos está enfocado a ser felices. Tratar de ser felices es lo que nos motiva a hacer las cosas, incluso la búsqueda de ser felices lleva a cada persona por distintos caminos.

Unos se casan y otros se divorcian, unos quieren tener hijos y otros ni siquiera se atreven a pensarlo. Unos anhelan entrar a una empresa y otros desean salir de la misma. Pero finalmente aunque las decisiones parezcan opuestas todas se asemejan en la intención por ser felices.
Ser felices es el rasgo común en todo ser humano, al parecer no hay nadie que desee no serlo, y cuando una persona no desea serlo es porque su interior está destruido y cree que nada tiene solución, dañarse a sí mismo es una conducta que requiere ayuda, amor y comprensión.

Si analizamos y observamos las características de las personas nos topamos con que nadie es igual a alguien más, es imposible encotnrar dos seres humanos iguales. Ni siquiera los gemelos, por muy idénticos que sean deben tener un rasgo diferente. Sin embargo, todos los seres humanos coinciden con el deseo de ser felices.
Piensen por un momento en por qué lleva a cabo cada una de sus decisiones, pregúntense desde lo trivial hasta lo más profundo, y descubrirán que en mayor o menor medida es para ser feliz.

Todo lo que realizamos los seres humanos, lo hacemos en la Búsqueda de ser felices.

De esta manera se concluye que el hombre por naturaleza busca la felicidad, pero la pregunta ahora es ¿realmente somos felices? La respuesta de la mayoría de la gente es NO. Pero lo interesante resulta cuando analizamos las razones. Los argumentos pueden ser variados:
- Si tuviera otra casa, sería feliz.
- Si no me hubiera casado, sería feliz.
- Si ganara más sería feliz.

En efecto, podemos observar claramente que el argumento para no ser felices proviene de situaciones que en ese instante parecen imposibles de solucionar, cuestiones de tipo material o incluso situaciones del pasado al que humanamente no se puede regresar.

Pero es bien sabido que quienes lograron comprar una casa nueva, de pronto no se encontraban satisfechos del todo, habían cosas que faltaban. Igualmente en lo económico, aquél que empezaba a ganar más dinero, de pronto vio que le hacía falta para más cosas y que en general no era feliz.
En otras palabras esa búsqueda se guía por espejismos, es decir, fuimos tras una imagen falsa de la realidad. Podemos conseguir un auto, casa, tener hijos, etc. y aunque de momento proporciona satisfacciones vemos que no somos felices del todo.

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